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BETA (Bytes sobre Educación y Tecnología en Argentina)

miércoles, febrero 01, 2006

Papeleras o vivir en la parte del mundo donde se tira la basura

Me llegó por mail una carta de una persona uruguaya que explica claramente cuál es el problema con la instalación de una papelera gigante en la frontera entre Argentina y Uruguay.
El texto completo está publicado en varios sitios, por ejemplo en el del portal del barrio de Flores, por lo que aquí resumo los puntos que más me impactaron:
"No me paga el Gobierno de Entre Ríos, ni me inspira una actitud opositora al Gobierno oriental votado por la mayoría de nosotros. Tampoco escribo con algún reproche hacia los que aceptan trabajar para una industria contaminante cuando se los obliga a elegir entre la expansión del cáncer dentro de diez años o el hambre hoy. Ellos son las víctimas, no los responsables. "

"De cada diez bobinas de papel que se producen en el mundo, una se utiliza para impresión de libros, cuadernos, folletos, diarios, recibos, facturas, papel higiénico, papel de uso sanitario y clínico, etc, y nueve para embalaje lujoso de artículos innecesarios que se consumen principalmente en las grandes ciudades del Norte."

"Hay tres tecnologías para separar la celulosa de la lignina en la madera:
a) con cloro elemental: Es la más nociva, existe en varios países inclusive en la Argentina, pero las fábricas que lo emplean son de dimensiones relativamente pequeñas.
b) con dióxido de cloro: (tecnología ECF) como la que va a instalar Botnia en Fray Bentos. Es 20% menos contaminante, pero la de Fray Bentos será la más grande de América y por ello contaminará a una escala pavorosa.
c) libre de todo tipo de cloro: (tecnología TCF) que es la más cara y la única con niveles bajos de contaminación."


Esta carta que circula está firmada por la Medica Veterinaria Maria Carolina Grosso - Dpto. Anatomia Animal - U.N.R.C. (Uruguay), a quien le agradezco la claridad de conceptos en todo sentido.

Yo quisiera añadir una reflexión más hacia los señores gobernantes: la contaminación no daña sólo a los pobres, si bien son ellos los primeros perjudicados, no creo que la prepaga que usted le pague a sus hijos o sus hijos a sus nietos, pueda cubrir el daño que todo esto le hará a la salud de sus propios descendientes. Y si piensa que ellos podrán ir a vivir a un lugar mejor, quizás tenga razón, pero allí no dejarán nunca de ser exiliados de un país que tenía todo y que nadie cuidó.