Empezar por el último eslabón

Hoy lograron que Anibal Ibarra fuera suspendido.
Para mí es un día triste.
A mi entender, esta tragedia tiene muchos culpables: algunos culpables por ignorancia (quien encendió bengalas varias, quien encendió la última y fatal), otros culpables por hacer mal su trabajo (el dueño del boliche, el grupo de música), otros muy culpables porque su trabajo consistía en cuidar que no existieran este tipo de incidentes (todos los inspectores que habrán cobrado sus coimas correspondientes en muchos boliches durante muchos años hasta llegar a este trágico día) y luego, en una cadena hacia arriba, cada uno de los que estaban encargados de controlar a quienes controlaban.
Pero de ninguna manera el trabajo de Ibarra era cuidar a la ciudad de boliches fuera de regla.
Con Ibarra hubo docentes que quisieron trabajar en escuelas del Estado porque ganaban mejor que en las privadas, con Ibarra hubo subsidios a la cultura, volvieron los recitales, los cursos gratis, la salud pública mejoró y muchas cosas estatales dormidas durante otros gobiernos, despertaron.
Espero que al menos el juicio sea justo.