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viernes, marzo 24, 2006

¿Cuánto es 30.000?

6 Comments:

En el jardín donde van mis hijos los docentes y los papás leímos el texto Pájaros Prohibidos, un texto que escribió Eduardo Galeano en 1976, durante la dictadura militar en Uruguay. Allí dice que en esos años los presos políticos no podían hablar sin permiso, silbar, sonreír, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso. Tampoco podían dibujar, recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros. Cuenta que un maestro de escuela, preso por tener ideas democráticas, recibe un domingo la visita de su hija de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. La vigilancia cuando lo encuentra se lo rompe a la entrada de la cárcel. Al domingo siguiente, la chiquita le trae un dibujo de árboles. Los árboles no estaban prohibidos y el dibujo pasa. Su papá le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas.
-¿Son naranjas? ¿Qué frutos son?
La niña lo hace callar -shhhh-, y en secreto le explica:
-Bobo,¿no ves que son los ojos?Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.

Fue muy emocionante la reflexión de la directora del jardín acerca de la importancia del juego como metáfora, la fantasía como vehículo para expresar lo indecible,los sueños, los deseos, más allá de las prohibiciones y las mordazas. El juego, el camino de la expresión y la creatividad, una herramienta que en los años de la dictadura a muchos les sirvió para sobrevivir, para hacerse escuchar, para contar...

By Anónimo, at 7:38 a. m.
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By Fernández, at 7:49 a. m.
Impresionante!
No sé hasta dónde puede llegar el sufrimiento de un ser humano. Pero como madre me duele mucho pensar en esa nena aprendiendo a moverse entre reglas tan arbitrarias.
Y me viene a la mente esta canción que canta León Gieco:"A nuestros hijos"

"Perdonen la cara angustiada,
perdonen la falta de abrazo,
perdonen la falta de espacio,
los días eran así.
Perdonen por tantos peligros,
perdonen la falta de amigos,
perdonen la falta de abrigo,
los días eran así.
Perdonen la falta de hojas,
perdonen la falta de aire,
perdón si no pude elegir,
los días eran así.

Y cuando lo pasen en limpio,
y cuando desaten los lazos,
y cuando corten los cintos,
vivan la fiesta por mí.
Y cuando laven las heridas,
y cuando laven el alma,
y cuando laven el agua,
laven sus ojos por mí.
Y cuando broten las flores,
y cuando crezcan las plantas,
cuando recojan los frutos,
prueben el gusto por mí.
Que los días eran así. "

By Fernández, at 7:51 a. m.
Escuché que en varias escuelas católicas (aunque me imagino que no en las únicas) no se hizo ninguna mención a lo ocurrido en 24 de marzo de 1976. Ni una reflexión, ni siquera en los grados superiores. ¿Así cómo vamos a lograr que el horror no se repita nunca más?
Al respecto, en www.nalejandria.com, en el boletín Liedu 1819 de hoy, hay un texto titulado "Cuando el silencio no es casual", de un padre y docente de una escuela católica, que también denuncia esto.

Saludos,
Viviana

By Anónimo, at 5:16 a. m.
También sería bueno acordarnos de los excombatientes de Malvinas que todavía estan vivos.

By Anónimo, at 4:12 p. m.
Es cierto... Los ex combatientes de Malvinas son, a mi entender, víctimas de los gobernantes tan cortos de entendederas que hemos sufrido en este país. Realmente no sé cómo hacer algún homenaje que esté a su altura; creo que si no se habla mucho de ellos es porque a la sociedad le duele tanto que existan ciertas cosas, que neuróticamente termina negando su existencia.... Pido perdón por la parte que me toca...

By Fernández, at 6:01 a. m.