Festejemos la independencia

"Afortunadamente, y como una de las pocas consecuencias positivas de la crisis terminal que vivió la Argentina en 2001, se ha venido dando un saludable renovado interés por nuestra historia, o sea por nosotros, por saber de nosotros, de dónde venimos, por qué estamos como estamos, en fin, quiénes somos y quiénes podemos ser" (Felipe Pigna en "Los mitos de la historia argentina", libro que recomiendo ampliamente)
Unos amigos míos tuvieron una idea admirable e imitable: festejar la independencia de nuestro país, juntándonos en su casa el 9 de julio. El menú: locro, empanadas, mazamorra, arroz con leche, guitarreada, lecturas varias y alguien que baile.
Más allá de la originalidad (cualidad interesante para una idea pero no la única, si uno sabe imitar buenas ideas de otros citando la fuente me parece válido también) es muy importante que en este país empiece a crecer un sentimiento diferente de la manera de ser ciudadanos, sin nacionalismo vacío y fanático pero con un disfrute por las cosas autóctonas.
Debemos recordar que reconstruir implica comprender y resignificar, saber que lo que se logró no era lo único posible, que no fue el viento el que nos trajo hasta aquí sino una serie de luchas y de gente que murió por su Patria, por sus ideas (aprendidas en Europa), opacado por otro grupo de gente que entregó cosas que no eran suyas para llenar sus propios bolsillos.
Por algún motivo fue muy importante para los dictadores ocuparse de enseñar la historia desde el bronce y los adjetivos vacíos, sin reconocer conflictos e ideologías en cada episodio de nuestra historia.
Así que la convocatoria es esta: lean a Felipe Pigna, júntense a tomar mate, comer locro, bailar algo de música autóctona y pregúntense juntos ¿Qué podemos hacer para tener un país mejor?
¡¡Gracias Dan y Vivi!!